Buñuel es la localidad navarra dónde se ubica el taller de Bondesio. Y es un paraíso, nuestro paraíso.
Estamos en una villa al sur de la comunidad foral, en la Ribera de Navarra. Nos protege la Bardena Negra y nos rodea el Ebro, así es que podéis imaginar nuestros campos, los sotos del río, los paisajes…
Al principio tuvimos dudas… ¿montar el taller de Bondesio en un pueblo pequeño? Pero el placer de trabajar junto al campo y la inspiración que nos brindan estos paisajes, fueron decisivos.
La villa de Buñuel
Buñuel es un pueblo perfecto para desconectar, para fundirte con la naturaleza. Es la puerta sur de las Bardenas, parque natural y reserva de la biosfera, por lo que desde aquí podrás acceder a la Bardena Negra para tus rutas senderistas.
El Camino Natural del Ebro, el GR-99, que pasa por la localidad, a muy pocos metros del parking de autocaravanas, tiene un punto de avistamiento de aves que te permitirá observar aves autóctonas de la zona y migratorias, que hacen parada en el camino a descansar.
Y en esta zona, el río Ebro nos deja playas y sotos, para pescar y darnos un chapuzón en los meses de más calor.
El sitio perfecto para descubrir la Ribera
Desde Buñuel puedes visitar Tudela, la capital de la Ribera, con su catedral del S.XII, la Plaza de los Fueros, la Mejana, las calles peatonales del centro, su casco viejo…
También puedes acercarte a Cortes, para visitar su castillo, uno de los mejor conservados de Navarra.
Zaragoza, Pamplona, Soria y Logroño quedan prácticamente a la misma distancia, por lo que bien puedes tomar Buñuel como lugar de alojamiento para pasar unos días en la zona.
El Parque Natural del Moncayo queda a 40 kilómetros, para los amantes de la montaña. Y Senda Viva, un parque perfecto para ir en familia, con animales y atracciones, a la misma distancia.
Un pueblo con historia
Si te gusta la historia, un paseo por las calles del casco antiguo de Buñuel serán mucho mejor que cualquier libro.
La villa tiene un pasado romano, con un asentamiento a poca distancia del núcleo actual de la Villa, en el término de La Fontaza, llamado así por haber un manantial permanente, aunque ahora mismo se encuentra desaparecido totalmente.
Como todos los pueblos de esta zona, tuvo un pasado musulmán y tras la reconquista, se asentaron en la villa una Encomienda de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalem dando lugar a la instauración del primer Concejo de Buñuel, que ya existe documentalmente en el año 1261.
La huerta de Buñuel
Y no podemos olvidarnos de esa enorme huerta que nos rodea, que en Bondesio hace que cada día podamos comer verdura recién cogida y riquísima: alcachofas, espárragos, brócolis, borrajas, tomates ….
Por aquí casi todos tenemos un huertico o un familiar con uno, pero si vienes, podrás comprar nuestra verdura en los comercios locales o degustarla en pinchos y tapas en nuestros bares y restaurantes.
Seguro que nos vemos de chiquiteo o tomando el vermut. Disfruta de nuestro Buñuel
Ahora ya sabes por qué elegimos quedarnos aquí 😉
Todas las imágenes son propias, excepto las señaladas.